viernes, 19 de diciembre de 2008

Los viejos rockeros nunca mueren


Supongo que no hay que ser un erudito de la música para saber qué tienen en común las siguientes personas:


Paul McCartney (65 años), Eric Clapton (63 años), Bod Dylan (67 años), Neil Young (63 años), Stevie Wonder (58 años), Brian Wilson (66 años), Jerry Lee Lewis (73 años), Mick Jagger (65 años), Keith Richards (65 años), Chuck Berry (82 años), Tom Waits (59 años), Bruce Springsteen (59 años), Lou Reed (66 años), Sting (57 años), Steven Tyler (60 años), Leonard Cohen (74 años), Ozzy Osbourne (70 años), Rod Stewart (63 años), Tina Turner (69 años), Brian Johnson (61 años).

Efectivamente, son leyendas vivas de la historia del rock.


Pero además de eso comparten otra característica en común: todos ellos son jóvenes aun habiendo superado la barrera de los 60 años.


Si estas personas en lugar de ser dioses de la música hubiesen sido trabajadores de empresas españolas muy probablemente estarían ya, cuando menos, prejubilados.


Lo que quiero decir con esta comparativa es que la edad no tiene porque ser una barrera, ni en el mundo de la música ni en el mundo empresarial. Todo lo contrario, debe considerarse una ventaja, y más aun en los tiempos de crisis que estamos viviendo, y los que se nos avecinan.


La solución que están tomando la mayoría de nuestras empresas es la de los despidos masivos, los ERE, y las prejubilaciones. Lo que ha llevado a que el paro afecte a 2,8 millones de personas, la cifra más alta desde abril de 1996. ¿Por qué no nos planteamos antes de llegar a ese punto la modificación de las condiciones de trabajo?, yo creo que se podrían evitar multitud de despidos o jubilaciones forzosas si se inyectara mayor flexibilidad en el trabajo.


En lugar de jubilar a una persona por ser mayor de 50 años y pensar que no va a rendir lo mismo que hacia con 20 años menos, quizás habría que plantearse que cualidades posee esa persona y reubicarla dentro de la organización. Estas personas de cierta edad poseen conocimientos adquiridos en el tiempo, contactos, experiencia, han aprendido a sobrevivir a otras crisis en el pasado, son capaces de inyectar ilusión y compromiso a los más jóvenes y afrontar los cambios con decisión.


La madurez profesional es clave para afrontar momentos como el que estamos viviendo, retengamos ese talento que es tan difícil de recuperar después. Apostemos por la flexibilidad y en lugar de perder puestos de trabajo, adaptémoslos a la nueva realidad. Tal y como han hecho los viejos rockeros, que han sabido adaptar su estilo y su música a varias generaciones.


3 comentarios:

  1. ¡Cuánta razón tienes Manolo! pero ahora piensa dos cosas, ¿cuántos directivos hay que no son ni han sido en la vida empresarios? y ¿cuántos directivos hay que han llegado donde han llegado por méritos cuestionables y pasan más tiempo blindando su estatus que dirigiendo su equipo?

    Los "viejos" tienen muchas cualidades, tantas que pueden llegar a ser amenazas para los jóvenes "trepadores", y esto también pasa en la música, aunque aquí se les endiosa, y en la empresa se les prejubila.

    Muy bueno el artículo

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  2. Así es Manolo!planteo otra reflexión, no será que en las empresas españolas, por como están planteadas las organizaciones la gente llega a los 50 tan quemados que realmente deja de importarles rendir? supongo que de todo habrá...Pero creo que aunque cada vez pasa menos y hoy en día los directivos comienzan a concederle valor al talento y se preocupan por desarrollarlo, hasta hace poco y aún queda, solo se buscaba gente que cumpliera con lo que la empresa quiere, mejor cuantas más horas haga y mejor cuanto menos cobre. Esto hace que la gente con talento deje de creer en el mismo y que con la edad lo único que le importe es mantener su estatus porque han dejado de creer en su empresa y en sí mismos. Y luego claro, cuando la cosa va mal y hay que precindir de alguien son ellos los primeros que caen, ya que se supone que son a los que menos se puede exprimir....
    El artículo, muy bueno.

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  3. Me alegro que os haya gustado el articulo, o por lo menos, haya dado que pensar.

    En referencia a lo que menciona mi compañero Franciso M. Rangel, no solo es que los viejos son una amenaza para los jovenes, es que no hay comparación alguna entre ambos grupos. Las nuevas generaciones (dentro de las cuales me incluyo, aunque no me identifico), no se han educado en un mundo donde hayan tenido que esforzarse para conseguir las cosas, nuestros padres se han ocupado de darnos calidad de vida, algo de agradecer, por supuesto. Sin embargo, esto ha dado como consecuencia una generación “cómoda”, como ejemplo basta mencionar la poca movilidad española, como lo demuestra el hecho de que España este a la cola en cambios de residencia con un 13 % en comparación al 27 % europeo.

    Por lo que comenta Mar, estoy de acuerdo en que el planteamiento empresarial español no favorece el talento, lo que hace que una persona con 50 años y 30 años de trabajo a sus espaldas lo último en lo que piense sea en el compromiso por la empresa, sino más bien en llegar al día de su jubilación, y a poder ser con una buena pensión.

    Sin embargo no todo el mundo es igual, y siguen habiendo personas mayores de 55 años dispuestos a seguir dándolo todo durante algunos años más, y para los que la hora de retirarse todavía no ha llegado. Las empresas no pueden permitirse el lujo de prescindir de estas personas mientras ellas esten dispuestas a dar todo su talento, su sentido común, capcidad de compromiso, conocimientos, habilidades y experiencia, además de enseñar a las jóvenes generaciones.

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