En este artículo me gustaría reflexionar un poco acerca de la nueva dimensión en la que se introducen los médicos en el ejercicio de la medicina privada, ya que le supone adoptar la condición de empresario a la vez que la de médico.
En España el 85% de los médicos tienen una consulta privada, ya sea en exclusiva o compatibilizándola con la sanidad pública. La mayoría de estos no se han mentalizado que también son empresarios.
En este sentido, la práctica de la medicina privada lleva consigo una serie de elementos complementarios a los tradicionales asuntos asistenciales, la mayoría de los cuales se escapan del conocimiento de los profesionales sanitarios: gestión, legislación, marketing, fiscalidad, nuevas tecnologías, financiación, ... y un gran número de aspectos separados de la propia asistencia sanitaria, los cuales me gustaría ir desarrollando en futuros artículos de este blog.
Así pues, un médico que se dedique a la medicina pública se deberá preocupar solamente por el problema médico que le presente cada paciente. Sin embargo, un médico que se dedique a la medicina privada deberá tener en cuenta, además de la asistencia sanitaria al paciente, la gestión empresarial sujeta a la dura ley de la oferta y la demanda.
Para los ajenos al mundo empresarial, podemos decir que entendemos por gestión empresarial a la disciplina que busca la optimización en el uso de unos recursos limitados, para alcanzar unos objetivos deseados.
En la anterior definición hay que subrayar el término "optimización". ¿Qué se quiere decir con optimizar unos recursos limitados?, para contestar esta pregunta habría que diferenciar entre eficacia y eficiencia.
Entendemos por eficacia el conseguir unos objetivos fijados, a diferencia de eficiencia que implica conseguir los objetivos con la menor utilización de recursos posible (materiales, financieros, tiempo, humanos, ...), es decir optimizar los recursos disponibles. Pues bien, a una consulta privada se le exige que sea eficiente, que consiga el objetivo marcado (curar al paciente) con el menor uso de recursos posible.
Teniendo todo esto en cuenta, un médico en la sanidad privada que se olvide de la gestión está condenado al fracaso al igual que lo está aquel que no preste atención al aspecto asistencial. Se estima que más de la mitad de las consultas privadas que fracasan económicamente es debido a que carecían de una gestión adecuada, aun contando con profesionales de elevado nivel médico. Ambos aspectos son absolutamente necesarios y fundamentales para que el centro médico funcione con la máxima calidad asistencial posible.
Hasta ahora, los médicos han desatendido los aspectos de gestión, o los han realizado de forma puramente intuitiva y poco eficaz. En cierto sentido es algo lógico, ya que si un médico quiere dar la mejor asistencia sanitaria a sus pacientes debe estar continuamente formándose en aspectos médicos, y por tanto inevitablemente no tendrá tiempo ni conocimientos para llevar a cabo tareas de gestión. Por este motivo, en mi opinión, lo ideal sería separar gestión empresarial y asistencia médica, dejando en manos de los profesionales sanitarios los aspectos asistenciales y en manos del empresario los aspectos de gestión.
Al igual que a mi no se me ocurriría explorar un paciente, diagnosticarle una enfermedad o recetarle un tratamiento, no creo que fuese buena idea que un profesional sanitario sin conocimientos de gestión empresarial se dedicará a jugar a ser empresario.
Cuanta razón lleva Manuel en este artículo, la gestión de empresas siempre es difícil tanto más cuando no es un especialista en gestión el que la lleva.
ResponderEliminarEs por ello que cada día más se lleva el modelo de gerencia externa, dónde el especialista se dedica a trabajar su especialidad y se contrata o asocia con un gestor externo que se dedica a administrar y gestionar el negocio.
Nuestro Director General del Grupo Fivasa, Juan Carlos Martínez y nuestro experto en gestión Manuel Llácer, nos demuestran día a día los beneficios de este modelo de gestión.
Enhorabuena pues no sólo por el artículo, sino por el trabajo que hacéis que lo demuestran en la realidad día tras día.